Ubicación estratégica cerca de transporte público, acceso fácil a supermercados locales, edificio con encanto histórico

Las habitaciones son increíblemente pequeñas, con baños casi imposibles de usar!!! La insonorización es deficiente, se escuchan ruidos del pasillo y de habitaciones vecinas!!! El aire acondicionado tuvo fugas y mal funcionamiento!!!

La oferta del desayuno era una maravilla, con café italiano servido al momento, que me dejaba más despierto que una ardilla en la mañana. Cada bocado era mejor que el anterior, como si estuviera disfrutando de un banquete italiano con croissants recién horneados y una variedad de jugos frescos. La limpieza del hotel fue impecable, como si cada rincón hubiera sido revisado por un inspector de higiene.

Habitación algo pequeña

Ideal para viajeros con presupuesto ajustado

La ubicación es muy conveniente, con una parada de metro cercana que te lleva al corazón de todo. Además, el desayuno es realmente bueno, con café italiano al momento, que realmente te anima por la mañana.

No era barato, pero aceptable.

Pasamos un buen rato con amigos. El desayuno estaba muy bueno, y la limpieza en general fue excelente. Está cerca de una estación de metro, lo que facilita moverse. Visitamos el Duomo y los canales, ¡fue genial! hay parking, aunque un poco caro, pero muy cómodo para olvidarse del coche.

El hotel necesita algunas mejoras, se nota que está un poco viejo. La ubicación no es la más cercana al centro, así que hay que caminar un rato o usar el transporte público.

El Mokinba Hotels Sant'Ambroeus es una gran opción para quienes desean explorar Milán. El desayuno buffet es delicioso, con café italiano servido al momento. La limpieza es excelente, y la atención del personal resulta agradable. La habitación era cómoda, aunque el baño era un poco pequeño.

Desayuno riquísimo!

El hotel está bien si buscas algo económico y limpio. La habitación fue un poco pequeña, pero tenía lo necesario. El desayuno buffet, con café italiano recién hecho, fue un gran plus. Solo que el baño era un pelín angosto y puede incomodar a algunos. La ubicación es decente, a un paseo del metro y de restaurantes.

El hotel es bastante cómodo y el desayuno está muy bien, con café italiano servido al momento. Además, la limpieza fue excelente y el personal muy amable. La ubicación nos permitió explorar el área, incluso caminando hacia los canales.

A mis hijos les hubiera encantado contar con habitaciones más espaciosas.

El wifi funcionó bien, el bar era acogedor. Habitación un poco pequeña.

la ubicación es muy conveniente, cerca de una estación de metro. el servicio al cliente fue impresionante y siempre estaban dispuestos a ayudar. las habitaciones eran cómodas y había una variedad de opciones para el desayuno.

el ruido de la calle puede ser un poco molesto. 🔊

En el Mokinba Hotels Sant'Ambroeus, disfruté de un desayuno delicioso y variado. La hospitalidad del recepcionista fue impresionante. siempre dispuesto a ayudar. Además, la ubicación es bastante conveniente, cerca del metro, lo que facilita el desplazamiento. La habitación estaba limpia y cómoda, lo que hizo que mi estancia fuera agradable.

totalmente recomendable

El baño era angosto, pero la limpieza excelente en la habitación.

la cortina no bajaba completamente. así que la luz de la calle me molestaba mucho para dormir. la ubicación es buena. cerca de la parada del metro y un supermercado. el desayuno simple pero aceptable, con fruta y cereales.

La elección perfecta para un viaje rápido en Milán con un precio excepcional. El desayuno buffet tenía café italiano hecho al momento y me encantó que podías repetir. Si quieres explorar, lleva buenos zapatos, ya que el metro está a un corto paseo.

La habitación era cómoda y la limpieza fue destacable, lo que hizo que la estancia fuera agradable. Sin embargo, el baño era algo pequeño y el desayuno podría ofrecer más variedad. A pesar de esto, la atención del personal fue buena y la ubicación, aunque no en el centro, tenía acceso a transporte público.

Me alojé en el Mokinba Hotels Sant'Ambroeus y el desayuno fue un gran punto a favor, servían café italiano al momento. La limpieza en la habitación fue excelente, lo que me dejó una buena impresión. La hospitalidad del recepcionista también destacó, siempre dispuesto a ayudar. Sin embargo, me encontré con algunos inconvenientes, la habitación era un poco pequeña y el baño, aunque estaba limpio, era angosto y algo incómodo. Además, noté que la cortina no bajaba completamente, y la luz de la calle me molestaba un poco para dormir. La ubicación, aunque no está muy cerca del Duomo, tiene una estación de metro cerca que facilita el desplazamiento. El parking fue un poco caro, pero al menos me ofreció tranquilidad al dejar el coche.